El cobre es un metal que se encuentra en nuestra vida cotidiana. Unos 24 millones de tonelados de cobre se suministran en todo el planeta anualmente para sus diferentes usos en la vida cotidiana, como cableado, viviendas, transporte, comunicaciones, energías renovables.

El cobre está presente con sus beneficios en la vida cotidiana y es esencial a la vida moderna: proporciona electricidad y agua potable en nuestras casas y ciudades, y ofrece un apoyo fundamental para el desarrollo sostenible.

Es un gran conductor término y eléctrico. Contribuye con el cuidado del medio ambiente a través de su eficiencia energética, ya que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. A su vez, es suave y flexible, y sus aleaciones ofrecen una variedad de combinaciones de propiedades mecánicas que reflejan un alto grado de adaptabilidad. 

Además es un metal altamente resistente a la corrosión y también tiene propiedades antimicrobianas.

Es un material 100% reciclable y se encuentra hasta en el organismo, la medicina y los alimentos que consumimos.

Gracias a su creciente aplicación en tecnologías ecológicas y como agente antimicrobiano, además de su capacidad para ser reciclado, el cobre desempeña un papel relevante para la creación de un futuro sostenible.

La minería del cobre acompaña el proceso y nos provee herramientas y materiales que aseguran un futuro sustentable.